Brownhorse

Brownhorse es mi catastrófica más fiel. Lleva aquí desde el principio de los tiempos y tiene el récord de comentarios a las chorradas entradas que voy poniendo. Brownhorse tiene una obsesión (no, no quiere ser china, no seáis pesados): quiere un caballo. Yo siempre le digo que tenga paciencia, que quizá nos toque la loto algún día y se lo pueda comprar, pero ella sufre porque quiere un caballo y lo quiere ¡ya!.
Mientras ese día llega (que llegará), se conforma con galopar sobre sus queridos Kiko y Gitano, dos bellezas que son propiedad de la hípica donde monta.
Y yo, cuando la veo, pienso que este mundo estará loco, pero mola infinito.