Entradas abajo os hablaba del conocido Síndrome de las Patas Largas, muy desagradable para los pobrecillos que lo padecen y no tanto para sus padres. Un catastrófico me manda una foto con otro caso extremo: el síndrome de la cabeza de melón. En este caso, los pacientes sufren un engordamiento de la cabeza, que crece y crece hasta alcanzar proporciones descomunales. De hecho, los bebés que nacen con este síndrome, tienen cabeza de adulto a los tres meses de vida. Y eso no es lo peor, no. Lo más horrible es que se te pone cara de chino, bebes cerveza como un alcohólico y dices unos tacos espantosos. Qué suerte tenemos los que hemos nacido guapos, sanos y con la cabeza normal, ¿verdad?
Otro síndrome
lunes, 31 de octubre de 2011
Etiquetas: creatividad, curiosidades
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