Yo siempre he sido motero. Desde que mi padre me compró mi primera moto, una Puch Minicross de 50 que me volvía loco, he procurado tener moto porque lo que sientes encima de una de ellas sólo lo consiguen un puñado de coches en el mundo. Mi prima Jennifer la de Ohio se compró otra moto, una Puch X30 de pedales, pero ella la usaba para secarse el pelo después de lavárselo. Decía que le quedaba como más natural y salvaje.
Un motero (no confundir con alguien que sólo se desplaza en moto) es una persona legal, solidaria y divertida por definición. El problema es el de siempre: cualquiera puede comprar una moto y sentirse Dani Pedrosa o Valentino Rossi (los mejores pilotos de la actualidad, a pesar de lo que digan algunos que jamás han montado en una moto), pero no entender nada de lo que implica ser un buen motero, que hace cosas como ésta:
Moteros
viernes, 21 de octubre de 2011
Etiquetas: motos
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